miércoles, 15 de mayo de 2013

RECORDAMOS "AL PIE DE LA PARROQUIA" VEINTE AÑOS DESPUÉS


     El pasado mes de diciembre se cumplieron 20 años de la aparición del primer número de la revista parroquial "Al pie de la parroquia".
       Creo que una gran mayoría de arjonilleros coincidirá conmigo en reconocer que la edición de esta revista ha supuesto uno de los proyectos culturales más serios y duraderos de nuestro pueblo y que finalizó debido al traslado a otro pueblo del que fuera sin duda alguna el gran valedor de la misma, el entonces párroco, José Antonio García Romero.
     "Al pie de la parroquia" nació en diciembre de 1992 con la publicación de su primer número, siendo el último el publicado en junio de 2001 con el número 105.

 
 
     A lo largo de 8 años y medio la revista fue editada mensualmente y repartida gratuitamente en todos los hogares arjonilleros en un principio, y de momento, ante las solicitudes que comenzaron a llegar desde fuera, cada mes se enviaban por correo varios centenares de ejemplares, llegando a ser su tirada de 1.500 ejemplares. Las 4 páginas del primer número se fueron ampliando poco a poco así como el número de las distintas secciones que la iban conformando. Los gastos de su edición (sólo la imprenta) eran sufragados con la publicidad que se insertaba en la misma y con los numerosos donativos que se recibían, la mayoría llegados desde fuera. También es justo destacar que los mayores testimonios de agradecimiento siempre procedían de fuera del pueblo, siendo algunos muy emotivos.
     Recordaré, porque supongo que muchos lo desconocerán o lo habrán olvidado, el origen del nombre de la revista. Me contó nuestro párroco, José Antonio, que un día viniendo de Marmolejo con un grupo de feligreses arjonilleros, cuando se acercaban al pueblo, una vez superado el almacén de butano y antes de llegar a los "cuatro monetes", ante la vista que nos ofrece el pueblo, que es precisamente la que yo he dejado reflejado en la fotografía que encabeza este blog, Lola Cuesta al ver la torre y el pueblo a su alrededor, realizó la siguiente afirmación: "¡Qué bonito está nuestro pueblo al pie de su parroquia!". Esta frase se le quedó grabada al párroco y de ahí salió el título de la revista parroquial que después creara.
 
 
     A lo largo de estos 105 números fueron muchos los artículos publicados procedentes de un grupo de personas que con gran ilusión aportaban su quehacer desinteresado y capitaneados por un incansable José Antonio, quién dedicaba muchas horas a la maquetación de la revista y coordinaba todo el equipo. Además de redactores había un importante número de personas que colaboraban con otras actividades como corrección (Encarnación López Ramírez), publicidad (Pepi Bejarano Casado), reparto, etc.