viernes, 17 de abril de 2015

LA ERMITA DE LA CONCEBIDA

     En estos días al pasar por la Avenida de Andalucía, tramo próximo a la Glorieta de Ángel Hernández, estamos observando la presencia de maquinaria utilizada para una intervención de obra en el tejado del edificio del que hace ya bastantes años fue el bar de Adolfo Gallego, posteriormente de su viuda Francisca, y en época más reciente de Antonio Cordones y su hermana Rosarito, actualmente de Joaquín. Eso me trajo al recuerdo el poseer una fotografía de la bóveda existente en el salón del actual bar y que en épocas pasadas lo fue de la Ermita de la Concebida.

     En la siguiente imagen se puede apreciar esa bóveda aún existente.
 



 
     Esta tarde al pasar por allí se me ocurrió preguntar a Roque Bueno Ruano, cuya empresa es la que está llevando a cabo la actuación de reparación del tejado, me ha explicado la situación en la que se ha encontrado el mismo y la bóveda por su parte interior, algo que vamos a poder apreciar gracias a la fotografía que me ha facilitado. En la misma se puede ver la parte interna de la bóveda que para hacer la más visible se ofrece una segunda fotografía con un plano más cercano.
 

 
 

 

 
     Y ya que hemos hecho referencia a esta ermita vamos a recordar algo de ella.
     En primer lugar se inserta un dibujo realizado por Manuel Cuesta realizado en 1996 en el que intentó reproducir, no sabemos si con mucho o poco éxito, la fachada de esta ermita.
 
 


 
        Y para profundizar un poco en el conocimiento de la misma, recurrimos a la reproducción del artículo publicado sobre ella por mi sobrino Ildefonso Rueda Jándula:

La devoción a la Inmaculada Concepción en Arjonilla. En el 150 aniversario del Dogma
     De las ermitas construidas en Arjonilla a mediados del siglo XVI se encuentra la ermita de “La Concebida”, fundada por el clérigo Diego del Carpio, según manifiestan las informaciones de los testigos que en 1569 comparecieron para el informe que por parte de la justicia real se requirió a esta Villa sobre las rentas de las ermitas y cofradías. Al respecto, vemos los siguientes testimonios documentales:
“En la dicha villa de Arjonylla a veynte e tres dias del mes de setienbre de myll quynientos y sesenta y nueve años los dichos señores alcaldes e regidores hiçieron paresçer antesí a Francisco Barrera el viejo vezino desta villa del qual fue resçevido juramento en forma de derecho /.../ e oydo dixo que /.../ Asymismo sabe que ay en esta Villa otra ermita ques la bocaçion de nuestra señora de la limpia conçebiçion la qual esta edificada dentro de la Villa linde de casas de Pedro Serrano e de los herederos de Diego del Carpio clérigo la qual dexó el dicho Diego del Carpio el qual la vido este testigo vendeçir a un obispo que no se acuerda su nombre y que sabe que esta ermyta se dize mysas entre el año e que no sabe que tenga renta alguna" 
“Este dicho día mes e año susodicho los dichos señores alcaldes e regidores hiçieron paresçer antesí a Diego Martínez vezino desta villa ( el qual hizo ) juramento en forma de derecho e aviendo jurado en forma de derecho le fue leyda la dicha provision de su magestad de bervo a verbum como en ella se contiene e aviendola oydo dixo que /.../ Asymismo ay en esta Villa otra hermyta de la limpia conçepçion de nuestra Señora la qual está en la villa dentro que dejó e ynstituyó Diego del Carpio clérigo en unas sus casas questan linde de Pedro Serrano la qual sabe questa bendita por un obispo que no se acuerda de su nombre y que en esta hermita se dize munchas vezes mysas entre el año de deboçiones que no sabe si tiene alguna renta”
     Esta ermita de fundación particular, pasó en el siglo XVIII a formar parte de la casa palaciega de D. Martín de Carmona Valenzuela y Dª Inés de Ortega Serrano. Al morir D. Martín en 1737, se realizó inventario de bienes entre los cuales figuraban los pertenecientes a esta ermita, a cuya tribuna se accedía desde el interior de la casa. La decoración de estas estancias colindantes a la ermita nos hace pensar en un oratorio particular, expresión de la religiosidad de sus ilustres moradores. Así son detallados los siguientes bienes:
“Y en el quarto alto que linda con la tribuna de la hermita de nra. Sra. de Conzepzion de la parte de abajo se allaron las alaxas siguientes: Dos espexos de Xenova con sus coronaziones. Una lámina con marco dorado pintura de nra. Sra. de Belén. Otra lámina con marco dorado pintura de Santa Barvara. Otra lámina con marco dorado pintura de Santa Clara. Otra lámina con marco negro y dorado pintura de Señor San Pedro. Otra lámina con marco negro y dorado de Señor San Joseph y el Niño. Un lienzo con marco negro pintura de la orazión del huerto. Zinco paños de Corte"

“Y en la sala que cae a la calle linde de dicho quarto las alaxas siguientes: Una efixie de Christo Cruzificado como de una vara de estatura en su cruz dosel y cortina encarnada. Una echura de Nuestra Señora de Conzepzión en su trono con su corona de plata”
 
    Según los fragmentos documentales anteriores, a mediados del siglo XVIII las imágenes de la ermita de la concebida eran un crucifijo y la Inmaculada. Por el testamento de D. Martín de Carmona Valenzuela, conocemos la realización de dos imágenes más para esta ermita, las de San Martín y Santa Inés, como titulares de los dueños de la casa. Así lo atestigua la siguiente cuenta de gastos de la testamentaría de D. Martín:
 
“Setezientos veinte y dos reales y veinte maravedís costo de las Ymágenes de San Martín y Santa Ynés colocadas en la hermita de Nuestra Señora de la Conzepzión contigua a mis casas en esta forma: Seiszientos sesenta y dos reales y veinte maravedís que valen quarenta y quatro pessos de a ocho reales de plata en que con dichas Yntervenziones se ajusto la hechura de ambas ymágenes. Treinta reales que pagué por la conduczión de dichas Ymágenes. Otros treinta por los caxones en que vinieron. Que componen los setezientos veinte y dos reales y veinte maravedís que pague por esta razón.”
 
     De este edificio religioso aún se conserva la bóveda, junto a la portada principal de la casa solariega en la Avenida de Andalucía. Por referencias orales de nuestros mayores conocemos la suntuosidad del coro de celosía, la sacristía, el retablo y la magnífica imagen de la Inmaculada.