jueves, 1 de octubre de 2015

ENTERRAMIENTOS EN ARJONILLA SIGLOS XVI AL XX.CENTENARIO DEL CEMENTERIO MUNICIPAL

      Hoy, 1 de octubre de 2015, nuestro Cementerio Municipal se convierte en centenario. Con este motivo he realizado este pequeño trabajo para tratar de recordar los lugares de enterramiento de los arjonilleros en la segunda mitad del segundo milenio de la Era Cristiana, siglos XVI al XX.

 
ENTERRAMIENTOS EN ARJONILLA SIGLOS XVI AL XX. CENTENARIO DEL CEMENTERIO MUNICIPAL
                Con motivo de la celebración del centenario de la inauguración de nuestro Cementerio Municipal he considerado puede ser momento oportuno para el análisis de los lugares de enterramiento de los arjonilleros y lo vamos a hacer en el período que va del siglo XVI al XX.

Remontándonos al siglo XVI, los enterramientos tenían lugar en las iglesias y ermitas. A principios de este siglo la parroquia era Santa María del Val Rico, la actual ermita de la Soledad, y allí se llevaban a cabo los enterramientos de los arjonilleros difuntos. Otro lugar en el que con anterioridad se habían realizado es la ermita de Santa Catalina ubicada en el interior del castillo. También serían inhumados los cadáveres en el resto de ermitas existentes en el pueblo que a mediados de este siglo eran además la de San Roque, San Cristóbal, Santa Brígida, San Sebastián y la Concepción.
       
     En 1554, la parroquia pasa a ser la actual iglesia de la Encarnación y por tanto también se convertiría en lugar de reposode los restos de los fallecidos. Estos enterramientos se producían tanto en el interior como en el exterior del templo. Recordaremos que hace algunos años cuando se llevó a cabo la remodelación de la lonja de la parroquia, en torno a la zona donde años atrás estuvo ubicado el templete de la música, aparecieron bastantes restos, que se suponen serían procedentes de enterramientos allí realizados.
 
 
 
La elevada ocupación del templo parroquial de cadáveres es lo que llevaría al párroco don Bernardo Antonio Calmaestra a proceder a la construcción de un Panteón en el lugar que hoy ocupa el Salón Parroquial, cuya fachada tiene una estructura similar al Panteón romano de Agripa, debido a que  el neoclasicismo, esta tipología de templo dedicado a los dioses, lo copia para uso funerario.   
 Este es el origen de la denominación que utilizamos de panteón en los cementerios para llamar a los enterramientos.




Parte superior del Panteón de Agripa en Roma



Parte superior del frontal del Salón Parroquial
a la Avda. de Andalucía
 

Para ello llevó a cabo la correspondiente solicitud que fue tratada por el pleno municipal el 3 de julio de 1774:

“...Dn. Bernardo Antonio Calmaestra Cura de la Iglesia Parroquial de esta Villa y Maiordomo administrador de los bienes de su fábrica, ante Vs. como más haya lugar digo me hallo con licencia del Iltmo. Sr. Obispo de este Obispado para construir un Panteón o sepulcro jeneral en las cassas que fueron antiguamente de dicha fábrica y después de los Pantoja de quien han vuelto a ser de dicha Iglesia y necesitándose para dicha nueva fábrica de varias porciones de cal que se intentan fabricar por quenta de dicha Iglesia para hacerlo a su nombre: Suplico se sirva conceder su licencia para executarla; y asímismo para sacar la piedra que se necesite para dicha obra en los sitios donde se encuentre y sea de común aprovechamiento en lo que el suplicante recibirá merced a nombre de dicha Iglesia y Fábrica por la que pedirá a Dios dilate la vida de Vs. por muchos años.”1

                En sesión del Cabildo celebrada el 10 de marzo de 1775, se le concede licencia para construir las caleras que sean necesarias para la construcción del Panteón. También se le indica que la piedra podrá ser sacada de donde la haya, haciéndole constar que si se saca de la ermita de San Roque, donde se sacó la de la lonja, deberán dejar empedrado el sitio que sea removido2.

            Las dificultades para llevar a cabo enterramientos en la parroquia nos lo confirma el testamento de Doña Ildefonsa Cobo (1783),  cuya voluntad expresada en el mismo era que si no se pudiera enterrar junto al púlpito, que  fuera enterrada donde dispusiese la parroquia, ya que se le había puesto una solería nueva de jaspe al templo3.

            En 1784 una Real Orden de Carlos III dispuso que los cadáveres no fuesen inhumados en los templos pero no comenzó a cumplir hasta principios del siglo XIX tanto por las limitaciones presupuestarias de los administradores parroquiales como por la resistencia de los feligreses.

                La necesidad de un cementerio quedó claramente expresada por la Junta Local de Sanidad en un escrito dado a conocer al Pleno de la Corporación Municipal en el que se informa que los enterramientos se llevan a cabo en un corral del convento y que habría que buscar un lugar adecuado4.

            Unos meses después, en agosto de ese mismo año de 1821
Ermita de San Cristóbal según dibujo de Manuel Cuesta
se da a conocer al Pleno de la Corporación Municipal el descontento de los eclesiásticos de la parroquia que tras el funeral celebrado en el templo parroquial acompañaban al cadáver junto a la Cruz Parroquial hasta la ermita de San Cristóbal en los extramuros del pueblo que se encontraba en ruinas y lugar donde se había realizado una zanja profunda para que pudieran enterrarse bastantes cadáveres en poco espacio de terreno. El Alcalde manifestó estar de acuerdo con los clérigos en la incomodidad de tener que subir hasta ese lugar con los cadáveres y en lo peligroso para la salud de la población sobre todo en la época de más calor. Se acordó comunicar a los eclesiásticos que podrían llevar a cabo los sepelios como en los demás pueblos, sin que tuvieran que desplazarse hasta el lugar del enterramiento5.

                En el primer cuarto del siglo XIX también se realizaban
Placa a Francisco González Peinado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento
entierros en el Convento franciscano de Santa Rosa de Viterbo. Como ejemplo tenemos al Diputado en las Cortes de Cádiz y Brigadier de los ejércitos, Francisco González Peinado, que lo había dejado expresado en su testamento de fecha 11 de noviembre de 1820 su deseo de ser enterrado en el interior del convento de San Francisco, inmediato al altar de Ntra. Sra. de los Dolores. En la sesión plenaria del Ayuntamiento celebrada el mismo día del fallecimiento de Francisco González, queda recogido que fue enterrado en el lugar indicado por él en su testamento, la capilla de Ntra. Sra. de los Dolores del Convento franciscano. Convento que luego desaparecería con la desamortización de Mendizábal.
            Dos años después, en 1822, Antonio Mercado Tapia en su testamento ante el escribano Francisco de Martos,deja indicado su deseo de ser enterrado en el cementerio, pero sin dejar indicado el mismo.6
                En el mismo año que el anterior, el presbítero Bernardo Jiménez Calmaestra, manda también en su testamento ser enterrado en el cementerio y que al mismo asistan todas las cofradías.7 Tampoco da señales del cementerio que suponemos que como en el caso anterior puede ser el adosado a la ermita de la Soledad.
            En este período de tiempo toman impulso las medidas legislativas tendentes a la creación de cementerios fuera de los pueblos y ciudades pero que no encontraron seguimiento ni en las autoridades municipales ni eclesiásticas. La Corona deseaba el traslado de los cementerios del centro a las afueras de los núcleos urbanos por medidas higiénicas y lucha contra las enfermedades. Como ejemplo la Real Orden de 2 de junio de 1833 que ante las dificultades económicas para llevar a cabo estos traslados, pide la colaboración de las autoridades eclesiásticas y civiles, determinando que se sufraguen con los fondos de las iglesias o los fondos de propios de los Ayuntamientos.

            Ante el escaso cumplimiento de  esta norma, el 12 de mayo de 1849 se publica una nueva Real Orden en la que se prohíben los enterramientos en iglesias o cementerios dentro de los pueblos y ciudades. Todo ello provocado por el miedo ante la primera epidemia de cólera. En esa misma Real Orden y en la siguiente de 1856, ante el miedo a esta enfermedad se prohíbe que las exequias se realicen de cuerpo presente.
            En octubre de 1901 una Comisión Municipal busca terreno para instalar un nuevo cementerio. El cementerio que se utilizaba era el que se encontraba junto a la ermita de la Soledad.

            A principios de este siglo, ante la solicitud de Manuel Parras Jiménez, prior de la iglesia parroquial, para la construcción de la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, el Ayuntamiento se opone indicando de mayor preferencia la construcción de un nuevo cementerio.

Cementerio actual
 
Nuestro actual Cementerio Municipal de Arjonilla fue inaugurado el 1 de octubre de 1915, por lo que se ha convertido en centenario. Era Alcalde,  Ángel García Lara. Y fue realizado gracias  a la gestión del presbítero, Pedro Pérez Díaz, que fue visitando casa por casa todo el pueblo pidiendo la colaboración económica de los arjonilleros, que con sus donativos hicieron posible la compra de los terrenos y la puesta en marcha del mismo.
                 

            El 12 de junio de 1915 el Ayuntamiento acuerda lo siguiente: "Dadas las pésimas condiciones higiénicas que reúne el actual cementerio, insuficiente en absoluto para el fin que se venía destinando y constante amenaza a la salud pública por estar unido al casco de la población y necesitarse remover los restos mortales con peligro de aquella y escarnio del respeto que estos deben merecer; es absolutamente preciso construir uno nuevo; que esta necesidad ha sido plenamente satisfecha por el presbítero D. Pedro Pérez Díaz, el que recogiendo donativos de todo el vecindario, ha conseguido adquirir terreno y construir en el mismo un cementerio cuya escritura de donación presenta al Ayuntamiento para su aceptación definitiva. El Ayuntamiento haciendo constar la satisfacción que le produce ver coronadas por el éxito más lisonjero los esfuerzos de todos y muy especialmente del Sr. Pérez Díaz, aceptó la donación del cementerio católico construido bajo la dirección del arquitecto provincial D. Justino Flores Llamas, acordando que se instruya el expediente necesario para justificar que dicho cementerio reúne las condiciones prescritas por la legislación vigente y al efecto que se reclame del Sr. Juez Municipal  certificación de las defunciones ocurridas en este término durante el último decenio; convóquese la junta municipal de sanidad para que el inspector certifique del acuerdo de la misma sobre las condiciones del cementerio; requiriendo a los médicos D. Manuel Fernández Alonso y D. Francisco Sotomayor García para que informen acerca de la higiene del mismo."
8
En el expediente  abierto a los efectos de la construcción del cementerio se recoge que  el cura visitó todas y cada una de las casas del pueblo en solicitud de ayuda, siendo la respuesta generalizada muy buena, tanto en dinero como en materiales.

     Los terrenos comprados por el cura donde fue construido el cementerio fueron los siguientes:

     - Un haza de 20 áreas y 22 centiáreas a Pedro Díaz Carmona por 150 pesetas.

    - Un haza de 47 áreas y 33 centiáreas a Bernabé Nevado Hernández por 450 pesetas.

     - Un haza de 9 áreas y 52 centiáreas a Isabel Villar Hernández por 145 pesetas.

     - Un haza de 19 áreas y 3 centiáreas a Cristóbal Carmona Gómez por 290 pesetas.

     Los cuatro terrenos suponen un total de 9.134 metros cuadrados que costaron 1.035 pesetas.

         El arquitecto que diseñó la fachada del cementerio fue Justino Flórez Llamas, leonés de nacimiento, afincado en Jaén, donde fue arquitecto provincial y diocesano. Su estilo arquitectónico afirman que era espiritual y evocaba en sus diseños al neogótico, al neorománico y al románico-bizantizo.

 
 
Fachada del cementerio en la actualidad
 



       Entre sus principales obras destaca el Palacio Provincial, sede actual de la Diputación Provincial; la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de Porcuna; Seminario Diocesano de Jaén; Asilo de Hermanitas de los Pobres en el Paseo de la Estación de Jaén; y el Teatro Darymelia de Jaén (1927), llamado así en honor de sus dos hijas, Daría y Amelia.
     En Jaén, en la Plaza Deán Mazas podemos apreciar un

monumento erigido en su memoria, realizado por el escultor José Capuz y que representa la figura de un minero desnudo soportando una gran piedra. Como dato anecdótico, la escultura original se encuentra en el Museo Provincial.

    
 

 

 
 

 

En julio de 1926 la autoridad municipal autoriza la limpieza y traslado de los restos del antiguo cementerio al nuevo, quedando éste clausurado.


Capilla del cementerio

                El 30 de julio de 1925 falleció en Arjonilla Rafael Coello de Portugal y Pérez del Pulgar, hijo de Alonso Coello de Portugal y Contreras, hijo adoptivo y preclaro de Arjonilla. Este hecho queda recogido en el diario madrileño LA ÉPOCA en su edición del día primero de agosto de ese año, así como su esquela mortuoria.

Fue precisamente el fallecimiento de esta persona lo que originó la posterior construcción de la capilla del cementerio y la cripta familiar de la familia Coello de Portugal. La Corporación Municipal en sesión plenaria extraordinaria celebrada el 6 de agosto de ese año, informa de la instancia presentada por Alonso Coello de Portugal y Pérez del Pulgar en la que hace constar su gratitud y agradecimiento más profundo por la cesión del terreno para la sepultura de su hermano Rafael en el Cementerio Católico Municipal y sitio señalado para la construcción de la Capilla y solicita permiso para la construcción de la capilla y cripta en la que podrán ser enterrados los sacerdotes de la parroquia y los familiares del solicitante.Tras detenida deliberación con frases y conceptos encomiásticos a dicha familia merecedora del general respeto, cariño y distinción que este pueblo le profesa ...    ...el sitio que a su Sr. hermano se le ha concedido para su sepultura, bien merecido es en razón a los beneficios que este pueblo recibió...”9

            Acordó el pleno conceder al Sr. Coello permiso para la construcción por su cuenta de la capilla y cripta que acogerá a sus familiares y sacerdotes de esta parroquia y localidad.

            En la sesión plenaria del Ayuntamiento celebrada el 19 de junio de 1928 se da cuenta de que se ha llevado a efecto la construcción de la Capilla y cripta en el Cementerio en virtud de la autorización que se le concedió por este ayuntamiento con fecha 6 de agosto de 1925 al Sr. Alonso Coello de Portugal. Y que ha sido dotada de altar, imágenes y ropa según inventario que fue presentado y al que se dio lectura. Se pide conste el reconocimiento de este nuevo rasgo de generosidad del donante en el que se ven es dignísimo continuador en sus obras del hijo adoptivo y preclaro de esta villa el Excmo. Sr. D. Alonso Coello de Portugal y Contreras, su ilustre padre.


 
 
 
 
           








 
      En la parte posterior de la capilla se encuentra el acceso a la cripta de la familia Coello de Portugal
 
 
 
      En el suelo, en la parte central de la cripta está la sepultura de Rafael Coello, que fue la primera persona sepultada allí.
 
 
                             
 
 

                            
 
 
 
 

 

 

Los sacerdotes enterrados en esta cripta son los siguientes:

      - Pedro Pérez Díaz, que fue el que realizó la gestión para la construcción de este cementerio.
      - Felipe García Medel
      - Manuel Pérez Hernández
      - Bernardo de Lara Hernández
      - Eufrasio Carmona
      - Antonio García Mazuelo
      - Joaquín Melero Torralba
      - Juan Rivas Navarrete
      - Antonio Campos López
      - Roque Rivas Navarrete
      - Juan Pons Pérez
      - Juan Hernández Díaz
      - Manuel Pons Gómez
            A lo largo del siglo XX y en lo que va del XXI, el Cementerio Municipal ha ido transformándose y aumentando en función de las necesidades del pueblo, ofreciendo siempre una imagen acorde con lo que éste representa.
NOTAS DOCUMENTALES

1 Archivo Histórico Municipal de Arjonilla (AHMA): Actas Capitulares (AA CC) 3 de julio de 1774
2 AHMA: AA CC 10 de marzo de 1775
3 Archivo Histórico Provincial de Jaén (AHPJ): Protocolos Arjonilla 1783
4 AHMA: AA CC 11 de agosto de 1821
5 AHMA: AA CC 26 de agosto de 1821
6 AHPJ: Protocolos Arjonilla Legajo 3.721. 1882
7 AHPJ: Protocolos Arjonilla Legajo 3.721. 1882
8 AHMA: AA CC 12 de junio de 2015
9 AHMA: AA CC 6 de agosto de 1925