En la búsqueda acostumbrada en la prensa digital sobre noticias relacionadas con Arjonilla, hace un par de días di con una publicación en el diario JAÉN del pasado día 9 del presente mes de diciembre en la que se hacía alusión a sendos reconocimientos hechos a dos guardas de coto de caza de nuestra provincia y uno de ellos se refería a un paisano nuestro, Rafael Ortega Ramírez. Os invito a su lectura haciendo click sobre la siguiente imagen en la que aparece nuestro paisano con una de esas distinciones entre sus manos.
Efectivamente, puesto en comunicación con Rafael, me confirma que estas distinciones le llegan por su trabajo realizado como Guarda del "Coto Macías", sociedad que acoge a los cazadores del pueblo que actualmente están en torno a los 200. Una de estas distinciones recibidas a las que se hacía alusión en el diario JAÉN, fue recibida en el pasado año y la otra recientemente.
La primera de ellas le fue concedida en junio de 2014 por la Dirección General de la Guardia Civil y se trata de una Mención Honorífica Categoría B que según se puede leer en el diploma que le fue entregado, se le hizo "por haber sobresalido en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales."
La otra distinción le fue concedida por la Federación Andaluza de Caza y le fue entregada en el pasado mes de junio en la localidad de Baeza, sede de esta federación. En el diploma queda reflejado que esta distinción se le hace a Rafael Ortega Ramírez "en reconocimiento a su entrega y dedicación a la caza social y deportiva, así como a la conservación del Medio Ambiente".
Rafael me dejó constancia de su satisfacción por haber recibido sendos reconocimientos a una labor que sabemos es vocacional y por la que son frecuentes los sinsabores procedentes del rechazo de las personas a las que tiene que amonestar por incumplimiento de la normativa de caza, fruto de muchas horas de trabajo, algunas nocturnas, en la época de la temporada de caza de las perdices en las noches en las que no hay luna.
Enhorabuena por estos reconocimientos por un trabajo bien realizado y muchas veces mal comprendido, simplemente por cumplir su obligación de impedir las malas acciones de algunos cazadores.
