jueves, 21 de enero de 2016

FRANCISCO M. PÉREZ VELA "BONOSO" EN ORADEA (RUMANÍA)

      Las redes sociales a las que está de moda desprestigiar cuando algo se hace mal a través de ellas, y no olvidemos que no son más que un medio de cuyo modo de utilización es responsable el que lo hace, también le son reconocidas cosas positivas. Entre estas últimas el acercarnos a pesar de la distancia. Y como ejemplo, aquí se ofrece hoy lo que hace un paisano nuestro a varios kilómetros de distancia, algo de lo que tuve conocimiento por Facebook.
 
    Se trata de nuestro paisano Francisco Manuel Pérez Vela, conocido popularmente por Bonoso, el nombre de su padre, que él mismo utiliza en su perfil de Facebook, estudió Ingeniería en la Universidad de Jaén y se encuentra en Rumanía realizando un máster. Le invité a que a través de esta crónica nos explicase sus experiencias en este país y muy amablemente nos lo ha remitido.
     Quiero darle las gracias por ello y desearle lo mejor en esta experiencia. Hay que reconocerle su valentía y sus ganas de formarse para poder llegar a ejercer con dignidad su profesión, o sea, un ejemplo más de joven valiente que pone interés en llegar a ser lo que desea.

 
     "Mi nombre es Francisco Manuel Pérez Vela y les voy a contar algunos detalles de mi estancia actual en una ciudad de Rumanía, Oradea, con el objetivo de completar mis estudios de Ingeniería realizados en la Universidad de Jaén.
     Llegué a Oradea el 23 Septiembre del pasado año para realizar mis estudios de 2º año de máster en Ingeniería Industrial gracias a que decidí optar a una plaza de tantas como quedan libres en Rumania. De hecho, soy el primero que llega hasta aquí procedente de la Universidad de Jaén.
 
Campus de la Universidad de Oradea
 
     No sé por qué le tenemos tanto miedo a Rumanía, creo que es necesario informarse antes y después opinar. Yo llegué con dos ingenieros también de Asturias y cuando nos bajamos del avión en Hungría y nos preguntó algún que otro español donde íbamos y dijimos Rumania, lo veían absurdo.
     Sin embargo, al llegar a la frontera de Rumanía con Hungría,  los compañeros de Asturias tenían que llamar a su casera, y una chica rumana que nos acompañaba, se ofreció a dejarle su móvil para llamar, estos detalles son los que marcan la diferencia. A mí me han pagado un billete de autobús, incluso han llamado a taxis al principio cuando no sabíamos. Y si algún día que otro, te ven fuera del supermercado con bolsas, se ofrecen a llamar algún taxi por si no sabes o no tienes el número. Es decir, tenemos una idea que no es verdad, hay de todo como en España. Claro que nos podemos encontrar gente pidiendo pero al igual que en España.
     En la ciudad en la que resido, Oradea, estamos sólo 9 españoles y ninguno nos arrepentimos de estar aquí.
     Les voy a comentar algunos aspectos de mi ciudad  para que la conozcáis un poco. En primer lugar diré que se asemeja un poco a Granada. Situada al norte del país, es una de las más prósperas dada su ubicación. El salario medio está en torno a los 250 € al mes, es muy bajo. Está bien diseñada en cuanto al transporte ya que tiene tranvía y autobús. Por siete euros al mes puedes coger las veces que quieras tanto el autobús como el tranvía. Hay algunas compañías internacionales de ingenierías como Plexus, de electrónica. La vida no es muy cara dado el salario, pero en cuanto a lo textil, es igual que en España, como por ejemplo las tiendas de Zara, H&M, Pull & bear. Con dos Carrefour y dos centros comerciales está bastante bien abastecida. En cuanto a la arquitectura hay una mezcla entre húngara y rumana dado que esta ciudad fue de Hungría hace mucho tiempo.
 
      
 



















 
 
     En cuanto a la religión, conviven diversas religiones, tienen iglesias ortodoxas y católicas, de hecho yo tengo una al lado de mi casa.
     Con la comida, decir que les gusta mucho lo picante, y  su comida tradicional  es la mamaliga, que es pan con harina de maíz.
     Respecto al ocio, decir que Rumanía es uno de los mejores sitios, la música y el teatro son muy baratos. En cualquier coffe puede haber un concierto de jazz y es enriquecedor, que es lo bueno, que cualquiera está al alcance de ello.
     Algo que me llama la atención son  los mercados, que la fruta es de las huertas y sin duda es donde compramos la fruta por la calidad. En los Carrefour también podemos encontrar mucha fruta de España como naranjas de Valencia y patatas. También algo que me sorprende muchísimo cuando voy al Auchan o Lidl, es que todo el aceite es italiano y muy barato, solo encontré de España en Auchan, el Ybarra, pero el envase de lata, por lo que imagínense el tiempo que lleva.
     En casa degustamos aceite de la Cooperativa San Roque, ¡que menos! Todos los españoles contentos con ello e incluso los franceses que viven conmigo.
 
 
     En cuanto al dinero, no tenemos euros, manejamos la moneda de aquí, el leu rumano que es un tanto peculiar ya que son de plástico y no se pueden romper, los puedes mojar y tal que no les pasa nada.
     Vivo con dos franceses y otro español, a unos 3 Km de la Universidad, pero tenemos cerca la parada de tranvía, de taxi y autobús.
     Nadie se podría imaginar que franceses y españoles convivirían en un piso, pero sí, ellos comen más temprano y no pasa nada.
 
Compañeros con los que comparte piso
   
    El contacto con la familia pues por Skype y el whatsapp, evidentemente a todas horas. El internet en Rumanía es el más rápido de Europa y las tarifas las más baratas por lo que llamar por teléfono es gratis.
     El tema del idioma lo llevo bastante bien, sólo te tienes que soltar con el inglés, la gente sabe incluso más inglés y más idiomas que nosotros, porque han tenido que irse fuera dadas las condiciones de trabajo en el país. Te puedes encontrar gente que te pregunta de dónde eres y al decir España se alegran, de hecho mucha gente nos dice que han estado en España trabajando hasta la burbuja inmobiliaria que explotó, pero que volverían porque les gusta la comida y su gente.
     La financiación para estar aquí, gracias a las Becas Erasmus +, pero si es cierto que hay que tener ahorrado para irse.
    También estamos aprendiendo un poco de rumano y francés, ya que estamos hay  que aprovechar.
    La bebida famosa de Rumanía, el Palinka, es casero y con 40º de alcohol es normal, porque el frío, ahora en enero, es tremendo, sobre unos -7º  a todas horas del día. Gracias a Pablo López Maroto, que estuvo en Rumanía, que también me comentó acerca del tiempo que hacía y de la comida no me ha pillado por sorpresa el frío.
     Toda la ciudad está en obras y es debido a los fondos europeos que le están llegando, en unos años si siguen los fondos europeos se podrá ver una mejora de infraestructuras.
     También he realizado un viaje en Halloween a Transilvania para conocer Sibiu, Sighisoara, Brasov y Bran, donde se halla el castillo de Drácula. Fue impresionante, de carácter turístico todo y bien cuidado, fue como volver al pasado. Estuvimos 4 días por nacionales ya que no hay autovías en mitad de Transilvania.
 














 
     En Rumanía hemos estado en Cluj Napoca, se asemeja a Granada es una ciudad estudiantil y en Timisoara donde se ubica la fábrica de Valeo supervisada por la española Valeo de Martos.
     En Timisoara vimos iglesias ortodoxas y la piata unirii, en todas las ciudades de Rumania encuentras la piata unirii ya que es un símbolo de la victoria del socialismo.
Catedral de San Jorge. Timisoara
           
 
Iglesia ortodoxa. Timisoara
 
Interior de la iglesia ortodoxa
           
           
 
     En general estamos a gusto y contentos aunque también hay momentos que lo pasas mal porque es un país del este, pero hay que ayudarse entre unos y otros. Y bueno cuando me preguntan si echo de menos España, claro que la echo de menos, y el pueblo, si digo que no miento, al estar fuera te das cuenta que tenemos unos de los mejores países (toda la gente de fuera lo dice) pero no le sacamos partido.
      Creo que si fuera fácil el destino como Francia, Portugal incluso Alemania o Italia, no tendría gracia. Sí es cierto que me hubiera gustado más cerca de España, pero no pudo ser porque siempre buscamos lo cercano o incluso no irse a ningún sitio pero los tiempos van cambiando y o nos movemos donde sea o perderemos el tren. Animo a quien tenga la oportunidad de irse a una estancia fuera de España a estudiar, ya que le aportará sin duda más. Solo soy un Ingeniero Industrial que decidió un lugar diferente y que sin duda aportará algo diferente."